Café Dinzler, establecimiento de tostado: el café es nuestra vida

El café era un bien escaso en 1950. Por lo tanto, Otto Dinzler decidió abrir una tostadora de café en su tienda de comestibles en su ciudad natal de Bischofswiesen, lo que resultó ser una muy buena idea. El negocio del café empezó a florecer.

A finales de los 90, la familia Richter se hizo cargo del negocio e implementó una estrategia innovadora. El nuevo negocio se abrió en un elegante edificio industrial en el corazón de Rosenheim y se convirtió en un pequeño pero refinado mundo de aventuras cafeteras con tostadores, almacén y cafetería, todo bajo un mismo techo.

Katrin Richter:

"Tostamos muy suavemente y en pequeñas cantidades utilizando el tostador de tambor clásico, de esta manera se mantiene el" alma "del café. Después del tueste de prueba, el café es degustado por expertos en nuestro establecimiento. Producimos por pedido fresco todos los días y evitamos el tiempo de almacenamiento.

Nuestro dinero debe beneficiar a los caficultores del país de origen, por eso compramos café de alta calidad directamente a los caficultores de pequeñas plantaciones sin pasar por una organización intermedia. En consecuencia, los agricultores ganan considerablemente más que el valor de mercado por su café. Los agricultores tienen la posibilidad de optimizar su cultivo y, por tanto, sus cosechas. Puede mantener a su familia y ofrecer a sus hijos la posibilidad de educación.

Además de estos aspectos sociales, también consideramos el aspecto ambiental. Nuestros caficultores prescinden de la ayuda de máquinas y fertilizantes artificiales y conscientemente evitan el monocultivo, por lo que puedes encontrar otras plantas como árboles de plátano y aguacate en sus fincas. Los granos de café se recogen cuidadosamente a mano, se pelan, se lavan y se secan.

Los costes y el esfuerzo "añadidos" se aceptan con gusto aquí en Dinzler, ya que esto garantiza una cooperación a largo plazo y socialmente equitativa y la mejor calidad.